martes, 4 de agosto de 2009

A una vieja dama perra

.
Hay mucha dureza en tu garganta
y tienes dedos resecos y molidos.
Eres von Asenbach en la peluquería.
Tu risa se monta en las escobas.

Te habrás muerto algún día
y ni los gusanos querrán acercarse:
serás la santa incorrupta más puta del mundo.

Ni entrañas tendrás:
las habrás vomitado enteras.
Tus cenizas flotarán dentro de la urna:
sus paredes se negarán a que las toques.

El asco se inventó para nombrarte.
Eres el Big Bang de los virus más feroces.
Asmodeo a tu lado, un principiante.

Lo único que me duele es el rotundo odio
que has hecho nacer en mi
pero estoy tranquilo:
yo me purgaré y seguiré adelante.
Tú seguirás en ese pozo de mierda en el que vives
creyéndolo un trono de finura.

Llamarte perra fue halagarte.

1 comentario:

Argax dijo...

Una purga de letras, un odio del que te hace sentir vivo y vivificado, porque todos los sentimientos nos pertenecen, odiar no es malo, lo malo es no saber parar.

Enhorabuena por el aquelarre y gracias por convocarme a él advirtiéndome previamente de los pormenores.

Abrazos señor.