viernes, 24 de abril de 2009

Soneto del manco de dios

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Estando yo en sueños entretenido
vino, vibrante de tu voz, el aire.
No tuvo esa luz eco en mis sentidos
y me acuné, negándome a ese instante.

Lo que vino después fue un frío de esmalte
que me mostró que ni te adivinaba,
y que no esperara mi madrugada
alcanzar las honduras de tu alcance.

Y así me estuve, velando el desamor
doliente de la falta en que me duelo:
que ni te oigo en sueños, ni en mi mismo albor.

Más me valiera quedarme despierto
aunque notara la falta de calor,
siendo por tu calor que me desvelo.

1 comentario:

Argax dijo...

Bueno, en primer lugar mi mayor admiración por estos sonetos. Siempre admiraré y envidiaré al que sea capaz de construir un buen soneto.
En cuanto al contenido pues estos versos, con unos toquecitos románticos, supongo que por el tema del hondo desamor que tocas, se me hacen fluidos y agradables.
Y también quería comentarte un detalle que me hace sentirme más cerca tuya y es la ilustración que has elegido, el fresco de Goya, que es una de las obras que más me han obsesionado y que más me impresiona, es pura angustia. Por afinidades como esta quiero darte un abrazo, por eso.